Tu clínica veterinaria es tu imagen

No le eches la culpa a los demás. Tu clínica es la representación de ti mismo.


 

NO BUSQUES EXCUSAS. TU CLINICA ES TU REFLEJO

Como profesionales de este sector, solemos pensar que todas las clínicas se parecen y que en todas hacemos más o menos lo mismo. Incluso, tenemos la percepción de que los clientes también así lo piensan. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cada clínica es un micromundo y cuando las observamos de cerca hay enormes diferencias entre unas y otras. Y, ¿por qué existen esas diferencias entre clínicas veterinarias?

Podríamos pensar que esas diferencias podrían estar determinadas por factores externos. La cantidad de dinero con que se contó para montarla, la competencia, el ámbito socioeconómico de la zona donde se puso y así un largo etcétera. Desde luego, son factores relevantes y que se deben tener en cuenta. Sin embargo, el factor crucial que define como será realmente una clínica veterinaria es el líder o el propietario.

La impronta del propietario en la clínica es lo que hace que una clínica sea de una manera u otra. Recordemos que la mayoría de las clinicas españolas empezaron con ese esfuerzo personal de un único veterinario. La consecuencia directa es que la personalidad que tenga ese veterinario emprendedor será la personalidad de la clínica y el personal que vaya llegando se adaptará a esas características y las aceptará como “lo normal” de ese puesto de trabajo. Por ejemplo, si personalmente eres desordenado es poco probable que tengas la clínica ordenada. Probablemente tendrás muchos papeles en tu mesa de despacho, bastantes carteles informativos y muchas cosas encima de las encimeras de tu clínica. Tu yo interno se manifiesta externamente en tu clínica.

Es importante darse cuenta de que tener un determinado perfil no implica que la clínica no sea rentable. Al igual que hay que recordar que estas personas pueden ser excelentes veterinarios ….o no.

¿Con qué perfiles nos encontramos y cómo afectan a la clínica?

- El Organizado: Planifica, pone en marcha y ve los resultados. No suele dejar nada al azar, aunque puede caer en el peligro de la parálisis por análisis. Da pasos lentos, pero seguros.

- El Caótico: Al contrario que el anterior funciona a salto de mata y en ocasiones a intuiciones. La clínica suele estar desorganizada, tanto a nivel de protocolos (normalente inexistentes) como de imagen. Sin embargo, suelen tener un punto de artistas que les puede hacer muy atractivos.

- El Comunicativo: Habla mucho con sus equipos y busca el consenso para realizar cambios. Las personas de su equipo son lo más importante. El consenso es uno de los valores más importantes en su manera de entender el mundo.

- El Director: Tiene muy claras las cosas y en la clínica se hace lo que él dice. Suele ser muy jerárquico con sus equipos y admite pocas aportaciones. Tiene un camino trazado y va hacia él contra viento y marea.

- El Cibertarugo: Se le atrancan las nuevas tecnologías. El cambio de un programa informático o el uso de redes sociales es un quebradero de cabeza. Le está costando adaptarse a este nuevo mundo digital. Posiblemente sea un boomer.

- El Visionario: Busca nuevos caminos y oportunidades. Saben que abrir un camino nuevo cuesta y se apoyan en el conocimiento existente, dándole un enfoque nuevo. Un ejemplo serían los primeros que montaron clinicas exclusivamente felinas o de exóticos. Veremos que nuevos visionarios aparecen en nuestro sector rompiendo moldes.

- El Expansivo: Comunicador, activo, con gran interés en el marketing. Cuida mucho la imagen de la clínica en todos sus aspectos. Muy orientado a la venta.

- El Introvertido: Tiene un carácter reservado que a veces puede dar una sensación de tristeza en su comunicación. Sus clinicas pueden tener esa misma apariencia de retracción. Le cuestan los cambios por pequeños que sean.

- El gestor: se siente cómodo con los números, Kpis y Excel. Rara avis en nuestra profesión. Suele ir dejando la parte clínica para dedicarse más a la gestión de la clínica

- El buen samaritano: Siente una gran vocación de servicio, le gusta ayudar. Su prioridad es el paciente. Su gran problema puede ser una pérdida de rentabilidad en la clínica por descuentos y regalos a los clientes para que se pueda curar el animal y el burn out tanto de ellos como del equipo, por no poder resolver todo lo que les gustaría. A cambio, serán muy altamente valorados por sus clientes por su entrega.

Los perfiles no son únicos, sino que se pueden mezclar, es decir, se puede ser visionario y expansivo, pero difícilmente organizado y caótico. Pero si hay algunos perfiles que pueden dar mejores resultados. Un organizado comunicativo podrá conseguir grandes resultados porque mejorará paso a paso implicando a su equipo.

Como veis, según somos nosotros mismos es como serán nuestras clinicas. Si hay cosas que no mejoran, o tienes rotación de personal, o te sientes estancado, puede que la culpa no este fuera de tu clínica, en que los clientes son difíciles, en que la competencia tira los precios, en que el IVA de la veterinaria es el 21% o que los empleados no hacen lo que deben. Por desgracia, el cambio, en muchas ocasiones, debe empezar por uno mismo. El cambio personal siempre es difícil. Reconocer que uno mismo es el que debe cambiar, es el primer paso para conseguir grandes metas.