¿Nos quedamos sin veterinarios?

Los estudiantes de veterinaria no quieren trabajar en la clinica de pequeños animales. No es una sospecha. Es un hecho.


Recientemente me contaba una profesora de una facultad que los alumnos no se apuntaban como internos para estar en el hospital. En mi época había tortas para entrar y así poder aprender de manera práctica la profesión. Hoy no ocurre, a pesar de que si les preguntas porqué eligieron la carrera la mayoría te dirán que porque les gustaban los animales.

También podemos ver la multitud de anuncios de clinicas veterinarias que están actualmente intentando conseguir uno, y las muchas que han desistido de encontrarlo. Oigo continuamente quejas de dueños de pequeñas clínicas en este sentido, mientras que los grandes grupos se enfocan en encontrar sus próximos trabajadores ya desde las facultades con programas de becados u otras acciones.

 

¿Y porqué está ocurriendo esto?

1.- Las condiciones laborales de las clínicas de pequeños animales, salvo honrosas excepciones, son malas. Y no se puede disfrazar. Es un hecho. El salario veterinario promedio en España es de € 22.650 al año o € 11,62 por hora. Los cargos de nivel inicial comienzan con un ingreso de € 19.100 al año, mientras que profesionales más experimentados perciben hasta € 30.000 al año. En muchas ocasiones con horarios partidos que hacen difícil la conciliación. Aunque las clínicas que realizan urgencias han disminuido mucho en estos años, sigue habiendo muchos puestos que precisamente están libres porque tienen que realizar noches o estar pendientes de un teléfono móvil para urgencias localizadas.

2.- La mentalidad de esta generación ha cambiado. Para ellos la vida después del trabajo es mucho más importante que el trabajo. Así que exigen un trabajo que les permita tener mucha vida después de trabajar. Y digo exigen, porque para ellos es irrenunciable.

3.- Ahora voy a pisar zona resbaladiza. Me da la sensación que esta generación esta menos preparada contra la frustración y a aguantar la responsabilidad. Y en la clinica de pequeños animales estas dos cualidades son críticas. Se nos van a morir pacientes. En ocasiones no vamos a saber qué está causando la enfermedad. Habrá casos que sus tutores no se puedan permitir o no quieran asumir los costes. Si eres nobel, tendrás falta de conocimientos que te llevaran a tener mucho estrés en determinados momentos. Estos factores, y muchos más que seguro que no menciono, llevan a que veterinarios jóvenes dejen la clínica de pequeños animales, más allá de las condiciones laborales.

 

¿Qué podemos hacer?

Nadie dice que la solución a estos problemas sea fácil, ni siquiera que nosotros podamos resolver todos las situaciones que han llevado a esta crisis de empleabilidad (¿o podríamos decir de vocaciones?)

La mentalidad es la que hay y NO VAN A CAMBIAR. O nos adaptamos a ellos o nos chocaremos contra un muro. He oído montones de veces comentarios de dueños de clínicas que dicen "si le contrato con esas condiciones va a vivir mejor que yo". O "tenían que haber empezado como hicimos nosotros para aprender, que casi trabajamos gratis las horas que fueran necesarias con tal de practicar". Evidentemente sirve como desahogo. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que en el entorno de alta demanda de veterinarios, el que mejor pueda dar las condiciones que piden, será el que se llevará el gato al agua.

Hace poco, una compañera en busca y captura de un veterinario para su clinica me decía que ella no quería poner las condiciones porque quería explicárselas personalmente. Entre esas condiciones estaba hacer urgencias. Resultado: tras muchos meses sigue sin encontrar veterinario.

Contra la tercera causa, la baja resiliencia y de asunción de responsabilidades poco podemos hacer, salvo dar apoyo y formación constante a estos veterinarios jóvenes. Pero si miramos con perspectiva lo que hemos hecho en el pasado, contratábamos un veterinario y casi inmediatamente le poníamos a pasar consultas, en muchas ocasiones sin saber si estaban capacitados para hacerlo y sin la supervisión imprescindible. Y no te digo, si desde casi el inicio, hacían urgencias en la más absoluta soledad. Tener planes de incorporación de los nuevos miembros de los equipos para que se sientan apoyados y se formen lo mínimo necesario es crítico. Así que, si contratas a un veterinario junior, quizá debería estar 2-3 meses aprendiendo como se hacen las cosas en tu centro, antes de soltarlo a los leones del día a día. Sí. Ya sé que necesitas que pase consulta desde ayer. Pero la inversión a corto plazo de enseñarle correctamente será mucho mejor a que dentro de 18 meses te quedes, de nuevo, sin veterinario. O que estés protestando todo el día de que no hace las cosas como se deberían hacer.

 

 

Y vamos con la que más podemos hacer, las condiciones laborales. La frase de Bill Clinton, "es la economía , estúpido", le llevó a ganar las elecciones. En nuestro caso, la frase que deberíamos marcarnos a fuego es " no son las condiciones laborales, es la rentabilidad". Conseguir clínicas rentables lleva a poder mejorar las condiciones laborales. Difícilmente a la inversa, aunque no hay duda que equipos altamente preparados y con buenas condiciones suelen tener mayor rentabilidad. Y si hay que elegir el camino más fácil, es mucho más sencillo mejorar la rentabilidad de los centros veterinarios que hacer equipos de alto rendimiento, ya que, por desgracia, carecemos del los conocimientos ni hemos desarrollado las habilidades necesarias. Otro debe de nuestras clínicas.

Creo que subir los salarios de nuestros empleados es una obligación. En cualquier caso, el mercado va a seguir marcando al alza los salarios. Pero será mucho mejor, si los propietarios de clínicas somos proactivos en esta subida en vez de ser obligados. La diferencia es que podremos captar talento y conservarlo, con personas más contentas en nuestro equipo, mientras que, en el segundo caso, subiremos los sueldos obligados para no perder a nuestra gente y con malas sensaciones por parte de nuestros empleados, teniendo, por tanto, peor clima laboral. Para comprenderlo mejor pongamos el ejemplo de EEUU, donde los veterinarios de urgencias están cobrando sueldos semejantes a los diplomados, ya que hay muy pocos veterinarios que estén dispuestos a hacer noches o fines de semana. El mercado ha dictado su ley y esa ha sido la consecuencia.

El convenio veterinario fue el primer paso para mejorar salarios y condiciones laborales, pero queda un largo camino por recorrer. Los sueldos de convenio son extremadamente bajos. Yo, personalmente, no entiendo la figura del veterinario supervisado (es decir, el que no puede hacer nada si no está otro veterinario presente). No la entiendo, no porque no deba existir esos pocos meses de adaptación al centro (lo que seria un contrato de formación, aunque que un titulado no pueda ejercer solo también es para hacérselo mirar), sino porque el coste laboral entre un supervisado y un junior es irrisorio. Y el gerente de clinica que por ahorrarse 4 perras, contrate un veterinario supervisado pero luego le haga trabajar como un junior solo tiene un nombre, es un golfo, además de un rata. Si te sientes ofendido por estas palabras, quizá deberías revisar tus valores.

Con los horarios ocurrirá lo mismo. Necesitamos horarios más racionales y compatibles con nuestra vida privada. No solo por nuestros empleados, sino también por nosotros mismos. Debería ser un debate nacional de nuestro sector. Pero es evidente que la replicación del horario de los comercios en nuestras clínicas, es cada vez menos atractivo para los posibles trabajadores y es posible que tenga poco sentido. Hemos ido repitiendo el modelo que conocimos cuando empezamos a trabajar sin replantearnos si es necesario o correcto.

Y por último el tema de las urgencias. Con la aplicación del convenio muchas clínicas tuvieron que retirar el servicio de urgencias. Y es una tendencia que va a más. Pequeños hospitales tiene serias dificultades para poder mantener el servicio. No digamos ya, clinicas de la España vaciada o de zonas alejadas de grandes capitales que ofrecen servicio de urgencias a sus clientes en condiciones que yo calificaría de heroicas, no por ánimo de lucro, sino por compromiso con sus clientes y pacientes. Poner en una oferta de empleo semejante a esta:

"Se necesita veterinari@ para Hospital Veterinario de pequeños animales. Turnos rotativos y salario según convenio y experiencia"

Es un probable fracaso. Si eres novel, no tienes experiencia. y por tanto, sueldo base Si tienes experiencia tienes un montón de otras ofertas en las que no tienes que hacer urgencias. O sea, te pago el mínimo y tendrás que hacer urgencias. ¿Algo atractivo en la oferta? Yo creo que no.

Por último, si no podemos contratar veterinarios, nuestra posibilidad son el personal auxiliar. Que hagan todas las tareas rutinarias y que los veterinarios se dediquen solo a diagnosticar y operar. Pero, aunque es fácil decirlo, es más difícil hacerlo. No existen auxiliares veterinarios legalmente titulados y por tanto preparados para realizar muchos de los procedimientos que deberían hacer. De nuevo, Ceve Veterinarios está avanzando en ese camino, pero apenas hemos empezado su desarrollo mientras las academias que forman ATVs sin un título legalmente reconocido se siguen lucrando. Somos las clínicas quienes formamos realmente al 99% de nuestros auxiliares para desarrollar su trabajo.

Así que centrémonos en lo que está en nuestra mano cambiar. No nos quejemos de como son las nuevas generaciones, sino que entendamos que esa es nuestra nueva realidad en un mundo cambiante.

Se que son muchas cosas. Y bastante tienes con intentar hacer bien tu trabajo como veterinario. Recuerda que Clinicas Veterinarias Wecan te puede ayudar, probablemente no a conseguir un nuevo veterinario, sino a mejorar la rentabilidad y que puedas mejorar las condiciones que ofreces, así como conseguir que tus trabajadores se conviertan en equipos de alto rendimiento.