CAMBIOS ACELERADOS

Los cambios en el sector de clínicas veterinarias se están produciendo a una enorme velocidad


  • Vivimos en un mundo con un continuo y acelerado cambio en todos los campos. La tecnología, la política, la forma de entender el mundo. Hasta los cambios generacionales van tan rápido, que antes de poder adaptarnos a los milennials ya se han convertido en pasado.

    Hace poco hubo la primera manifestación de veterinarios y ya se está planteando una segunda. Seguramente esa manifestación habría sido imposible sin la existencia de las redes sociales. Esta semana parece que los cambios en el sector han pegado dado un tremendo salto. La familia Mulder, que hace poco compró Kipènzi (Vetsum, Kiwoko y Kivet), ahora da un nuevo paso adelante comprando Tienda Animal. Por otro, lado Distrivet y Covetrus se han unido, lo que ha sido una conmoción en el mundo de la distribución de medicamentos a pesar de que se llevaba hablando de esa fusión desde hace mucho tiempo. Y por último, se ha publicado el convenio que regula las relaciones laborales entre trabajadores y empresarios de clínicas veterinarias. Este acuerdo tiene carácter retroactivo y se debe aplicar desde el 1 de enero de 2020. Solo comentaré que a nivel general me parece muy positivo, aunque quedan aspectos que se deben aclarar y posiblemente mejorar.

    No sabemos si esta aceleración de los acontecimientos será una constante, pero lo que si es evidente, es que las clínicas veterinarias de esta próxima década se van a enfrentar a retos que prácticamente no se nos pasaban por la cabeza en los años 2000. Los dueños de clínicas y hospitales deben aprender a adaptarse a estos cambios. Sin embargo, son tan rápidos y los veterinarios tenemos tan poco tiempo, que es difícil que un dueño de una clinica pueda tomar decisiones rápidas y correctas. El problema es , que si te equivocas o no te mueves, este tsunami te puede arrasar. Sin duda, los primeros damnificados van a ser las clínicas pequeñas en grandes ciudades que estén cerca de las grandes cadenas que se están formando. No están libres de riesgo las clínicas medianas, pequeños hospitales, ni los grandes Centros de Especialidades. Y como una mancha de aceite se ira extendiendo por todo el territorio nacional. ¿Miedo? Un poco. Sin embargo, el miedo no es malo ya que te obliga a moverte.

    Siempre me gusta pensar que los cambios son una oportunidad para el que sabe aprovecharlos. Cuando ocurrió la crisis del 2007 pensé que el sector veterinario mejoraría tras haberlo pasado mal. Sin embargo, esa crisis no produjo la catarsis que se necesitaba. Pero también es cierto, que muchos de los cambios que se están produciendo ahora tienen sus profundas raíces en esas fechas. Posiblemente, la CEVE no habría surgido en tiempos de bonanza. No habría tanta gente interesada en mejorar la gestión de su clínica. Si. Todo está cambiando deprisa. La crisis paralizó la llegada de las cadenas extrajeras y los fondos de inversión. Pero se ha abierto la veda. Y quizá no sobrevivan los más fuertes, sino los más ágiles. Los que mejor y más rápido sepan adaptarse al cambio del sector y sociales. Porque el cliente también ha cambiado. Oh, si. ¡Como ha cambiado el cliente desde la crisis!

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Y dentro de esa creencia de que el futuro puede ser mejor, he creado un nuevo proyecto de clínicas junto con otros compañeros de gran experiencia y que vivieron la primera idea de clínicas asociadas que surgió en nuestro país, como fue Vetersalud, hoy propiedad de un Family Office.

La inteligencia grupal se ha demostrado eficaz. Los artículos de la Wikipedia han demostrado que pueden ser tan exactos como la Enciclopedia Británica. ¿Y si los veterinarios somos capaces de utilizar esa inteligencia colectiva para mejorar nuestra gestión y predecir cuales son los próximos cambios y preparar nuestras clínicas para ellos? Veterinarios sumados a veterinarios, añadiendo razón a su enorme corazón.

Podemos protestar en los foros de internet o ponernos manos a la obra. Podemos echar la culpa a los demás o podemos empezar a utilizar las herramientas que permitan mejorar nuestra realidad cercana. Podemos protestar de los malos clientes o darnos cuenta de que la mayoría de nuestros clientes NOS ADORA y nos hace caso en la mayoría de nuestras recomendaciones. Podemos hacer lo de siempre y esperar a ver que ocurre o pensar que lo mismo que nos ha llevado al éxito en el pasado puede llevarnos al desastre en el futuro. Podemos protestar de que los empleados no nos entienden y no hacen lo que les pedimos o podemos pagarles bien, formarles y darles un futuro mejor en nuestros centros, porque a la vez nuestros centros ingresan más. Si, We Can. Recuerda que si vas a luchar solo es porque quieres. Hay alternativas. Hay oportunidades. Es tiempo de cambios. Feliz semana, Relugente.